Tarjetas prepago, tarjetas prepago con IBAN…Cada vez hay más alternativas. Hay clientes de banco que jamás pisan su oficina, que hacen todas sus gestiones por internet. O que, simplemente, forman parte de ese colectivo, cada día más numeroso, de “excluidos del sistema financiero”, porque no pasan el test de los ficheros ASNEF o porque, directamente, no interesan a las entidades financieras.
Algunos de eso bancos, además de exigir altas comisiones, obligan a que el cliente tenga una vinculación mayor, más allá de la clásica cuenta corriente para poder domiciliar recibos, la nómina y la tarjeta de débito, casi nunca gratuita, que ofrecen en su paquete básico. Y por ello, obligan al cliente a contratar un seguro o algún otro producto. Esto es lo que hace actualmente Caja Rural por ejemplo, para abrir una simple cuenta corriente. No solo piden una nómina domiciliada, también hay que contratar un seguro de vida o un plan de pensiones. Por supuesto, además cobrarán comisiones por todo.
Otras entidades, que han nacido orientadas a un cliente más digital, como es ING Direct, no cobran comisiones, pero es necesario tener una nómina para abrirla.
Alternativas a la cuenta corriente.
Hoy en día, existen alternativas a las cuentas corrientes tradicionales. Las tarjetas prepago o recargables permiten tener un medio de pago y de depósito de dinero para poder pagar con tarjeta, en negocios físicos o digitales.
Las tarjetas prepago, de las que hablaré en otra entrada más detenidamente, permiten disponer del saldo que previamente hemos recargado en ellas. Funcionan como una tarjeta de débito normal. Y pueden estar emitidos por un banco de toda la vida, como BBVA, porque tenemos una cuenta corriente con ellos. Pero también pueden estar emitidos por otros actores que cada día le comen más terreno a los grandes bancos.
Es el caso de Correos, con su tarjeta de Correos Prepago.
Un punto más allá van las tarjetas prepago con IBAN. Con esta tarjeta sí que podemos prescindir prácticamente de tener una cuenta en un banco «de los de siempre». Es el caso de la tarjeta VIABUY , que combina las ventajas de las tarjetas prepago con el necesario código IBAN para poder recibir transferencias, domiciliar recibos, etc.